09/04/2024

El día de hoy hubo un eclipse total. Me quedé dormida y no lo ví.
Fuera de la pérdida de una experiencia única e irrepetible en la vida, me llama mucho la atención como la gente utiliza este suceso astronómico para reflexionar las obviedades de la vida; que somos pequeños, que somos temporales, que el ser humano es maravilloso... me provoca cierta ternura.
Tienen razón, es muy bello como la gente se amontona y celebra por un eclipse. La gente se abraza, se besa, se emociona, rompen su cotidianidad (tal vez de ahí viene la adrenalina) e individualidad por unos segundos, un momento pequeñísimo en el que todos somos uno. Hubieron muchos comentarios dulces alrededor de todo este suceso, tanto del eclipse como de la unión por la curiosidad y el asombro, y yo sé que soy la primera en saltar y decir lo maravilloso que es este tipo de conexiones por más fugaces que sean, sin embargo, no puedo evitar preguntarme si este lado de nosotros es lo suficientemente fuerte como para eclipsar todas las malas acciones que cometemos día con día. Tal vez no debería pensar en ello.
Hoy las personas vieron un cambio en el cielo y se sintieron inspiradas a reflexionar, pero, ¿Qué pasará mañana cuando el sol sea el mismo de siempre?
La cotidianidad, para mí, es igual de maravillosa que un eclipse.

 26/04/2024

Es tan extraño. Este año tendré 24 y tú seguirás estando a 10 días para tus 19 como siempre desde hace 5 años...

 04/03/2024

Oh, no te vi al borde de la puerta. Está bien, dame solo un momento. Envolveré este sentimiento con el pañuelo que está sobre la mesa y lo guardaré en aquel cajón; no tengo el corazón para desecharlo. De hecho, mi problema es justo eso. Si intentaras abrir esa puerta, saldrías disparado por la avalancha de emociones que encierra la habitación. Cada rincón de esta casa alberga sensaciones ocultas; al final, es todo lo que me queda. No me parece correcto deshacerme de ellas y pretender que nunca existieron, así que peco de acumuladora compulsiva dejando todo bajo la alfombra. Es gracioso, en realidad, observar como la casa se deforma al guardar más y más, y aunque a veces tengo miedo de que se desborde, puedo convivir con las curvaturas del hogar, pero sé que llegará un punto en donde tendré que hacer espacio para lo que viene.

 25/02/2024

A veces me sorprendo a mí misma imaginando cómo eran esos niños que ahora comparten mi vida como adultos. El tiempo es una cosa muy complicada, por ser creación del ser humano, suele ser ambigua y moldeable. Tengo problemas para recordar qué comí ayer pero recuerdo con detalles la vista desde la ventana del hospital en el que solían internarme. A pesar de que sé he cambiado, de alguna manera, sigo siendo la misma. Cuando veo a alguien frustrarse por problemáticas que solo experimentas de adulto no puedo dejar de compararlos con la imagen de un niño y su rodilla lastimada al caer de una bicicleta. Después de todo, somos solo unos bebés a comparación de otras creaciones de Dios, que llevan existiendo una cantidad ridícula de años.
Me gusta como pasamos de tener un rostro suave y rosado a un lienzo arrugado y lleno de marcas, de manchas. Somos una fruta que se pudre.
Me gusta la forma en la que tarareas, me hace sentir segura.

 01/02/2024

Tengo muy presente la primera vez que estuve frente al Santísimo. Tenía 8 años cuando la catequista nos guió a mis compañeros y a mí hacia una habitación pequeña donde nos dijo, en sus propias palabras, que estábamos a punto de presenciar el cuerpo de Cristo y debíamos ser respetuosos. Estaba muy emocionada y en mi cabeza no dejaban de rebotar mil preguntas.
Apenas entramos al lugar nos arrodillamos a rezar. Me sentía confundida, pensaba: ¿Dónde está su cuerpo? lo único que veía frente a mí era una especie de objeto dorado con un círculo en medio. Busqué con la mirada por todos los rincones, pero no había nada.
Ese cuartito siempre me hizo sentir incómoda, era una sensación de pesadez muy curiosa. Luego, en un día triste, entendí que el cuerpo de cristo era una metáfora.

 25/01/2024

Realmente disfruto bailar. Mi baile es más un espasmo y no lo pienso demasiado, lo que más utilizo son las manos; por unos minutos me convierto en una medusa y mis tentáculos son controlados por la fuerza del océano. Todavía tengo el sueño de bailar con desconocidos por la calle. O el amor de mi vida. Cualquier opción que sea menos fantasiosa que la otra.

 24/01/2024

Cuando muera, me gustaría que mi tumba tuviese forma de corazón. Si no, que hubiese alguna escultura bonita.

 21/01/2024

Me gusta cuando en las películas una persona persigue a otra sin siquiera conocerla bien, como si fuese un impulso del corazón, como magnetismo. Corren detrás de una figura que en el futuro les brindará felicidad y dolor, pero ellos no lo saben. Lo único que saben es que tienen que correr detrás de ella, como si estuviesen cansados de esperar, como si fuese algo que hubiesen necesitado toda su vida, como un instinto, la única opción.

A veces fantaseo con aprender a tocar violín. Me da miedo sentirme impura cuando lo toque. Un instrumento tan elegante y delicado en mis manos, seré capaz de sostener el peso de mis propias acciones?

 18/01/2024

Quiero conocer a alguien.
Quiero conocer a alguien pero no soporto la realidad. No sé cómo es coquetear en un bar, discoteca, lo que sea. Me siento aún más incómoda con las aplicaciones de citas.
Siento mucha presión al pensar en tener una primera cita con alguien y todo lo que conlleva, como si fuese un ritual. Tienes que seguir ciertas reglas, pero a la vez que no sea monótono y aburrido, pero que sea dentro del rango normal de espontaneidad.
Jugar un juego del cual desconozco las reglas y salir victoriosa suena como una idea muy ingenua incluso para mí.
Siempre he pensado que la vida sería más sencilla de llevar si el cortejo fuese similar al de otros animales; me parece más apto el levantar mis alas coloridas y agitarlas alrededor de mi amado.
Al final, el amor siempre ha sido una palabra extraña para mí. Se me pega en la lengua, se esconde entre los dientes, no termino de degustarla.
Tal vez estoy en este mundo para amar el amor, no para amar a alguien y ser amada. Eso explica por qué me encanta escribir acerca de algo que no experimento en el ahora, como la misma muerte.
Es muy curioso como necesito estímulos interesantes en muchos aspectos de mi vida y en otros no.
Pienso en maneras divertidas y fantasiosas de conocer a la persona que decidirá acompañarme en mi muerte pero a la vez, quiero una vida tranquila; no quiero un trabajo relevante, un puesto importante ni tener tanto dinero que ya no tenga emoción alguna al encontrar un billete olvidado en el pantalón.
Quisiera vivir con el dinero justo, con mucha tranquilidad, haciendo algo rutinario.
Parecen situaciones completamente distintas; en una busco la emoción de una conexión espontánea y profunda y en el otro la tranquilidad y comodidad que necesito, pero tienen algo en común; siempre soy yo la que tiene el control de decidir qué cosas sucedan.
Tal vez todo tenga que ver con el control, siempre tener el control.

 03/01/2024

Lo he repetido hasta el cansancio; el arte ha sido la forma en la que he podido comprenderme y comprender el mundo lo más que puedo.
Desde hace tiempo, algunos meses ya, no me siento bien. Normalmente haría lo mismo de siempre; tomar el lápiz y dibujar, pero no pude hacerlo. No tengo fuerzas. Siento una impotencia que me arde en el pecho cuando veo el lienzo en blanco, la hoja en blanco, y ninguna de las ideas que tengo en la cabeza pueden materializarse.
Ni siquiera es que lo intente como antes, directamente no pongo ni una gota de pintura, ni una letra. Nada. Jamás había pasado por esto y ha sido extremadamente doloroso, agobiante. Si el arte, lo único que ha podido sanar mi corazón, no puede salvarme esta vez, ¿Qué lo hará?
Decidí tomarme un tiempo para hacer una introspección más profunda y entender en qué estoy fallando; ese es precisamente el problema. Siempre pienso en fallar. Como si fallar en el arte -expresar tus emociones- fuese algo real. Y la verdad es que no es cierto. Uno no puede fallar en algo que se le da por naturaleza y no me refiero al talento (todos sabemos que eso se gana con la práctica) si no a la capacidad de reflexionar y expresar de alguna manera todo aquello que sus sentidos pueden interpretar.
Yo soy una persona muy sensible pero, irónicamente, nunca se qué es lo que siento. Tengo que detenerme a comparar y asimilar las emociones. Muchas veces las malinterpreto. Hago relaciones entre una acción y una reacción, como una especie de algoritmo con la experiencia que voy acumulando a través de los años. ¿Qué clase de artista funciona como un robot?
He construido mi existencia con el arte. Nunca he sido capaz de encajar por completo con los demás; a mi edad -23 años- sigo tratando de aprender a confiarle mi intimidad a las personas que me quieren y se preocupan por mí. Siempre he preferido mancharme las manos de pintura antes que apoyarme en el hombro de alguien. Y cuando vives tantos años de esta manera, se convierte en una manía. ¿Qué pasa cuando mi apego al arte comienza a desapegarme de la realidad; me aleja de las demás personas en lugar de unirme a ellas?
Toda mi niñez y adolescencia viví escondiendo muchos de mis dibujos, porque eran el reflejo de mis ideas más profundas, preguntas que no puedes hacer, de mi dolor y mi amor. El arte ha sido algo tan íntimo para mí que he olvidado que originalmente me conectaba con los demás. Todavía no reconozco el momento exacto en que asesiné a mi niña interior, pero fue justo ahí cuando la necesidad de autoexigirme perfección inundó mi cabeza. Temo poner una sola gota de pintura; que sea el color incorrecto, la posición incorrecta, el tamaño incorrecto... y el lienzo se queda en blanco. Como si no hubiese todo un mundo de lienzos blancos para volver a intentarlo si cometo un error.
Sé que no puedo traer a mi joven yo a la vida, pero puedo honrar su memoria. Hoy, después una cifra tan lejana de años que no puedo recordar, observé los rayones con gises grasos que hice en un papel y rompí en llanto. Sentí que era ella otra vez.
Los colores nunca fueron tan vibrantes y expresivos, tan llenos de vida y sueños. Siento que hoy me tomó de la mano y me enseñó a dibujar, jamás ha sido al revés. La determinación, la disciplina, mantener este sentimiento y dejarme ser un ser humano son retos tan difíciles, pero lo estoy intentando. Poco a poco, como destello de un púlsar, voy siendo feliz a ratitos.

 23/12/2023

Me hubiera gustado ser bailarina;
Pianista,
cantante de ópera,
estudiante de literatura,
estudiante de filosofía,
música,
maestra,
bibliotecaria,
cineasta,
tener un pequeño café,
trabajar armando bouquetes,
escritora,
entomóloga,
mamá,
abuela
y una buena hija

 5 de abril del 2023

Hasta donde sabemos, los demás animales son incapaces de razonar y reflexionar como lo hace el ser humano.
Se guían por los impulsos, la información en sus genes, los estímulos de su entorno; harán todo lo posible para su supervivencia hasta la reproducción. Después de esto, de alguna u otra forma, aceptan la posibilidad de la muerte.
Después de tantos siglos de evolución, la inmortalidad sigue estando lejos de ser una característica humana. Esto podría sugerir que la muerte es necesaria y tiene una justificación para existir. Sé de antemano que la anterior sentencia puede sonar bastante obvia y hasta ridícula, pues más de uno habrá pensado en lo más evidente; la muerte del ser humano no es más que el inicio de otras formas de vida, como los gusanos, bacterias y hongos que podrían alimentarse de nuestro cadáver. Incluso así, un gran porcentaje de la población humana que ha existido es incapaz de aceptar la muerte. Independientemente de tu edad, el temor por la muerte es palpable. Miedo a lo desconocido, somos incapaces de imaginar una perspectiva en donde no estemos presentes.
Y toda la reflexión alrededor de la muerte puede desvelar a más de uno. He aquí una diferencia interesante y nuevamente obvia; el ser humano es capaz de razonar. Somos capaces de analizar lo que realmente significa la muerte, el dejar de existir. Esto puede desarrollar un profundo terror para muchos y otros dedicarán su vida a aceptar la idea de perder la consciencia.
¿Por qué dios nos brindaría específicamente a nosotros los hombres la capacidad de darnos cuenta de lo que significa la muerte? ¿Cuál es el fin evolutivo? ¿Cuál es la respuesta que espera de nosotros?

 01/11/2023

Pienso que el amor se siente como el bossa nova.

 11/10/2023

Desearía poder recordar cómo era estar dentro del vientre de mi madre: los sonidos del líquido amniótico y los latidos de nuestros corazones... Siempre me ha atormentado este último. Creo que se relaciona directamente con la similitud que tiene con un tictac de reloj; cada latido es un segundo menos de vida. Además, cuando era niña, sufría de diversos trastornos del sueño. Durante mis episodios de insomnio, las únicas compañías que tenía eran las sombras que mi mente identificaba como asesinos (porque siempre me ha dado más miedo la realidad que la fantasía) y los golpes palpitantes en mi pecho, la vibración de un corazón vivo. También debo señalar la relevancia de "El corazón delator" de Edgar Allan Poe en mi infancia, que posiblemente haya aumentado mi paranoia.
Para mí, lo peor que puedo experimentar físicamente, aparte del vómito, es la taquicardia. Ya no hay un tictac, directamente es como si se derramara un reloj de arena. La sensación de tener un órgano fuera de mi control, un órgano que puedo sentir, y que parece a punto de salir expulsado de mi cuerpo, me parece horrible.
Solo una vez he cambiado mi percepción acerca de los latidos. Abrazada a su pecho, escuchando directamente la conmoción de su corazón, me sentí conmovida y amada. Me sentí plenamente presente, más que nunca, y me sentí a salvo. No sé si es algo que pueda repetir.
A veces me sorprende lo vulnerable que soy, a veces no encuentro diferencia entre aquel bebé enfermizo y su versión adulta. Siempre he reconocido que ser vulnerable no es exclusivamente malo; la sensibilidad de mi alma nace de su fragilidad. Sin embargo, también soy consciente de que todas estas palabras son un arma de doble filo y pueden utilizarse para herirme de verdad.
El domingo asistiré a un evento y estoy emocionada. También compraré tela para hacer mi primer lolita headband. Necesito mantenerme ocupada de mí misma, por primera vez, no quiero escucharme.

 06/10/2023

A veces siento que mi corazón es muy pequeño para soportar todo el amor que siento por tantas cosas; son las interacciones pequeñas, desinteresadas, las situaciones comúnes y corrientes que tienen un aire de magia e inocencia, las que me hacen llorar de emoción. Amo tanto que a veces olvido que me la vivo en mi cabeza todo el tiempo, es difícil darse cuenta de que la vida puede ser horrible. Las personas son caóticas, erráticas, no puedo decifrar su comportamiento la mayoría de las veces. Y me encanta, la verdad. Me sigue fascinando cada aspecto del ser humano. No sé lo que es perder el interés en lo que antes amabas y que nada te motive, que nada sea suficiente para llenar un vacío, pero conozco la sensación que te da amar profundamente y darte cuenta de que eso no importa, no importa cuánto ames y admires el mundo, no encajas aquí, el vacío está lleno y aún así nada cambia, podría asegurar que es peor. Es como si tuviese un disfraz de ser humano. No importa qué tan real sienta mi corazón, en el mundo no existe. Amo este lugar pero me siento tan desconectada de todos...
Cuando me siento mal, suelo escuchar las canciones que se reproducían en mi infancia. Mi hermana no tiene idea la cantidad de veces que me ha hecho sentir segura a través de su versión del pasado, quien me enseñó las bandas de rock clásico. La música siempre ayuda. El arte siempre será el único puente que me une con este planeta.

 21/09/2023

67 flores amarillas.
El día de hoy, por alguna razón que aún desconozco, se regalan flores amarillas. Durante el trayecto de casa-universidad y viceversa conté 67 personas con flores amarillas en sus manos.
Fue un día sombrío, aunque el color amarillo buscase imitar una sensación de calidez.
Debido a mi situación actual, creí que sería un día doloroso. Y lo fue, pero no como esperaba. Fue bastante introspectivo.
Intenté saborear lo amargo de mi corazón pero oh, qué puedo hacer contra mi naturaleza romántica. Estaba completamente encantada con las escenas de besos y cuidados rodeados de pétalos amarillos.
Muchos piensan constantemente cuál es su lugar en el mundo. Yo creo que mi lugar en el mundo no es palpable. Me encuentro en el aire, en las emociones colectivas, en los corazones. Soy las sensaciones.
Entre tanta dulzura, alguien me hizo una mala jugada: aún no tengo claro si fue mi cerebro adolorido o genuinamente fue Dios, pero juro que te vi. Te vi pasar junto a mí, tan lento, que tuve miedo de derretirme. Mi cuerpo se volvió tenso, como si me crecieran ramificaciones del cuerpo, del corazón, y me ataran celosamente al suelo. El sol se escondió y salió unas cuantas veces, y dentro de esa eternidad solo alcanzaste a tocarte nerviosamente el pelo. Me resistí a mirarte directamente, aunque mis ojos ansiaban los tuyos. No supe qué hacer. No sé si me miraste.
Te observé de reojo, pero no dudo ni por un segundo de mí: sé que eras tú. Si eras real o no, no puedo averiguarlo.
A lo lejos, las luces azules y verdes parpadeaban al ritmo de la música. La gente se acumulaba por ir a ver.
De cerca, éramos solo nosotras en mi habitación, tomándonos de las manos, acariciando nuestra piel y quedándonos dormidas, con la paz que solo puede nacer de dos corazones que se han extrañado y se han querido por muchas vidas.
Es difícil soltar.

 19/09/2023

Mi corazón ya no reside en su lugar habitual, se ha marchado. No está roto, pues conozco cómo se siente cuando te rompen el corazón. Sencillamente, no está presente; no se siente, no responde. Percibo los latidos de mi carne alrededor de un hueco que aún conserva su silueta impregnada. Un vacío que nunca había experimentado, evidente y prácticamente cósmico.
No busco llenar el hueco, el corazón tomó su decisión. Dudo si quiero encontrarlo; tal vez sea mejor no saber en qué estado se encuentra. Con el pecho hueco y el eco de mi sangre resonando a través de la cueva abandonada, me recuesto de espaldas en el suelo y siento. Siento nada.
Antes solía preguntarme a dónde me llevabas con el roce de tus dedos, ahora comprendo: el maldito decidió quedarse ahí, en aquel campo de flores, antes que venir y enfrentar la realidad conmigo. Cobarde, es un órgano cobarde. Pero no lo culpo. Yo sueño con hacer lo mismo.

 04/09/2023

Recientemente me he dado cuenta de una cosa; las personas sienten una ternura indescriptible por la etapa más temprana y la etapa más vieja de la vida. Hay algo casi instintivo en su forma de ver a los niños y ancianos, pareciera que sus sentimientos más nobles salieran a la luz exclusivamente con este grupo de personas. Para muchos la respuesta es un tanto obvia; es la vulnerabilidad la que nos apachurra el corazón. El problema es que uno es vulnerable todo el tiempo, a todas las edades, ¿Es más eficaz el concepto de vulnerabilidad si se muestra de una manera palpable? Los ancianos son físicamente débiles, los niños también. Los adultos no, al menos si eres una persona saludable. Pienso que debemos de ser más compasivos con nosotros mismos y recordar que el ser humano, por su innata condición, es vulnerable. La ternura y empatía debe ser también con la adultez. Hemos enjaulado el concepto de ser un adulto con ser alguien funcional, ocupado, enfocado en servir a la sociedad y lograr sobrevivir a base de ello. Este periodo se trata de una equivalencia metafórica a la fase de pupa a mariposa; contamos con la autolimitada libertad de explorar lugares, personas y a nosotros mismos. Profundizamos y reflexionamos acerca de nuestro lugar en el mundo, por lo general cometemos los errores que más nos pesarán por el resto de nuestras vidas y aprendemos las lecciones más valiosas. Todo este conocimiento acumulado será punto de partida para la reflexión final en la etapa de vejez. Aunque algo si quiero dejar en claro; nunca se es más inteligente que cuando se es niño o anciano. El niño cuenta con la inocencia que da rienda suelta a su creatividad y cuestionamiento propio y de su entorno, la sociedad aún no lo coopta por completo. El anciano es sabio por la experiencia previa de las fases anteriores. La ternura que nos provocan surge de la debilidad con la que los vemos, vulnerabilidad se traduce en muerte, así que sentimos la necesidad de protegerlos pues creemos en un supuesto orden natural de las cosas en donde lo más probable es que la muerte los alcance a ellos primero (aunque sabemos que la muerte es aleatoria e impredecible). Tal vez tiene cierta coherencia que sean estas fases donde más fluya nuestro intelecto pues es lo más cerca que hemos estado de la muerte sin morir, cuando nuestra unión con la naturaleza es más reciente.
El tema de ser adulto ha dado vuelta en mi cabeza debido a que recientemente, un amigo me ha hecho saber que se siente en conflicto con las cosas que ama, como si fuesen cosas para niños. Yo también me he estado exigiendo demasiado con la vida de adulto joven. Me gustaría decir que es una etapa difícil del ser humano, pero como he mostrado, ¡Qué etapa no lo es!

 30/08/2023

Cuando era niña, en algunas ocasiones observé de cerca cómo es que la vida se escapaba de los cuerpecitos insectoides, se retorcían de tal modo que mi mente infantil asumía que estaban pidiendo mi ayuda (pero qué iba a hacer yo, si solo soy un ser humano) para finalmente morir. Después de recibir el beso de la muerte ocurre lo inesperado; espasmos de las últimas células que lograron reproducirse y que dan la ilusión de que aún hay vida. Para muchos, vivir y morir son antónimos, personalmente creo que hay más características en común que diferencias. Por obviedad, todo lo que alguna vez vivió va a morir, todo ser viviente durante su lecho tendrá ese espasmo fantasma, toda la carne palpitará por última vez cuando nadie le habite. Y qué otra cosa está más viva, es más habitable, que el amor. Cuando el amor llega a su fin, uno lo sabe. Pero se presenta una experiencia aún más interesante; cuando el amor del ser amado fallece, uno lo vive en carne propia como si fuese el suyo. Experimentamos a la par luto y muerte. El último espasmo no es más que el inicio de la verdadera agonía, todo dentro de nuestro corazón está muerto, pero nuestra consciencia continúa más viva, más alerta que nunca. Por lo general, asumimos que nuestro sentimiento debe cometer suicidio. Y lo incitamos a ello. Cuando el amor acaba trae consigo lo biológicamente natural: una cadena de muerte. Y donde hay muerte, habrá vida. Incluso aunque uno esté demasiado cegado por el dolor, algo está creciendo. Al igual que un parto, del amor y el dolor nace la vida.

 25/08/2023

Me gusta regresar de noche a casa en el transporte, porque con el contraste del cielo oscuro y las luces de la ciudad puedo observar mejor los detalles. De pronto me convierto en una cámara y hago un zoom a personas aleatorias por la calle; vendedores, estudiantes, trabajadores, madres, hijos, deportistas, adultos mayores... Observo a detalle una luz, un cartel, un perro, un poster, una ventana... Pasan mil historias por mi cabeza y aunque todas sean inventadas, con lo mágico de la probabilidad, alguna tendrá algo de verdad. Toda esta escena, la eternidad en 1-2 horas de recorrido, me hacen sentir que observo un documental; que criaturas más hermosas, más interesantes, más llenas de dolor. Somos tan irónicos, llenos de esperanzas y tristezas... No puedo evitar que mis ojos se pongan llorosos al apreciarlo todo desde afuera.
También suelo imaginarme bailando por las calles; encima de edificios, a través de una ventana, en conjunto con una señora, por el puente peatonal, por el paso de cebra... Me gusta pensar en ese mundo alternativo en donde es socialmente aceptado bailar en público.

 21/08/2023

Hay algo que da vueltas en mi cabeza últimamente. Amo a los seres humanos, intentar comprenderlos y aprender de ellos, entonces ¿Por qué siempre lo hago desde la distancia?
A veces hago cosas para hacer sonreír a gente que ni siquiera conozco, desde el anonimato. Me llena el corazón de satisfacción cuando lo cumplo. Hay tantas personas que me parecen maravillosas allá afuera y los miro desde la comodidad de mi espacio. Me pregunto a qué le tengo miedo...

 08/07/2023

Hace dos días fue mi cumpleaños. Me siento sumamente triste y melancólica, tengo el peso de crecer en los hombros. Mi eterno rival, el cambio, otra vez me hace sentir que soy incapaz de funcionar como las demás personas.
Hay días en los que solo quiero existir en mi cabeza, en donde tengo 8 años y toco el piano, canto directamente hacia un hueco, pinto con gises las calles y doy pirouettes.
Son días difíciles.

 19/04/2023

Me gustan los sonidos que hacen las máquinas del hospital. Tienen un sonido infantil, agradable, juguetón. A veces suenan casi al mismo tiempo, me gusta pensar que conversan entre ellas, como si fuesen enfermeras: Sisí, Don Felipe está mejorando. Ahorita está soñando con estar en los brazos de Doña María. De esa forma, su presión se estabiliza nuevamente... ¿Y cómo le va a la güera?
Hoy vi una madre con su niña en el metro. La niña tenía la expresión más dulce que he visto, se reía durante todo el camino, compartía sonrisas con su madre. Sin querer, yo también estaba sonriendo.

 11/04/2023

Caminando de regreso a casa me encontré con un niño jugando a no pisar las rayas del suelo. Sentí la necesidad de imitarlo. Fue difícil hacerlo entre una multitud. A diferencia del niño, quien era protegido por su madre, yo podía tropezar con otras personas, irritándolas. Pensé en que así se siente ser adulto.
Hablé durante dos horas acerca de la muerte con mis padres. Es muy reconfortante escuchar sus experiencias e ideas como seres humanos fuera de la perspectiva de padres

 09/04/2023

Siempre me han fascinado las coincidencias, independientemente de su origen (no me voy a poner a debatir si existen por entropía o porque así estaba "destinado"). Llevo unas semanas digiriendo un libro, avanzo unas cuantas páginas por día. La temática del libro es, por supuesto, la muerte (de qué más voy a estar leyendo yo?). Lo que me parece curioso es que en mi día se presentan cosas relacionadas a las situaciones utilizadas en el libro. Por poner ejemplos: habían hablado acerca de la teoría de Gaia justo después de que yo estuviera pensando en elegir esa temática para uno de mis cuentos. También he reflexionado algunas ideas en el transporte público, solo para encontrarlas plasmadas en el libro, como si los autores ya supieran en qué estaba pensando. Un último ejemplo: el antropólogo tomó una actitud que me sorprendió, se volvió un tanto supersticioso cuando el escritor mencionó la publicación del libro a la prensa. "—A los de arriba —dijo señalando con el dedo hacia el techo del Nissan— les disgusta que hagamos planes sin contar con ellos. Los dioses utilizan mucho el infarto para castigar este tipo de insolencia. El cáncer es más responsabilidad nuestra, hay muchos cánceres ambientales,pero el infarto es el modo de ejecución preferido por los dioses.... —Es que tengo pruebas. El infarto es inexplicable. De repente, a alguien que no fumaba ni bebía, que estaba bien, que se acababa de hacer un chequeo, que llevaba una vida ejemplar, plaf, se le rompe el corazón. ¿Por qué? Por hacer planes sin contar con los dioses. Conozco casos que te estremecerían."Al día siguiente de leer esa página, me enteré de la muerte de alguien muy joven a causa de un infarto. Y lo sé, comprendo que esto puede ser muy forzado, reconozco que todos los días muere gente y como mi maestra de bioquímica solía decir "todos vamos a morir de un infarto", aún así, sigue siendo curioso. A veces siento que yo soy parte de la conversación del libro.

 06/04/2023

Un señor se puso a cantar y tocar la guitarra en la parada del autobús. Me mantuve de pie justo detrás de él para memorizar el paisaje y así dibujarle después. Cuando terminó, le aplaudí, pero no se dio cuenta. Quería decirle algo pero he tenido problemas con el mutismo selectivo. De alguna forma, la espinita que sentí se dirigió hacia la señora de a lado que buscó hacerle conversación. Admiro esa capacidad que desarrollan las señoras a cierta edad, pueden hablar con quien sea sin vergüenza, desprendiendo cierta ternura. Escuché atentamente. Resulta que está en busca de ser un artista. Toca en todos los lados donde le permiten tocar y reúne dinero para llevarselo a su esposa. Se subió al mismo autobús que yo y comenzó a cantar. Al finalizar la primera canción, nos explicó que la siguiente era de su autoría y nació de una experiencia con un buen amigo al que le llamaré Hugo. Hugo había estado en una relación por cinco años hasta que la mujer lo dejó. Él quedó devastado, pero como todos, siguió viviendo. Recientemente se había encontrado en Facebook a la que había sido el amor de su vida, se había casado. No pudo evitar la recaída y decidió ahogar sus penas junto al señor artista. Tomaron unos tragos, compartió el dolor de su corazón con su buen amigo y este decidió escribirle un bolero. Fue una canción muy bella. En ningún momento reclamaba nada, solo describía la tristeza y melancolía. Era un amor marchito. Me conmovió profundamente la imagen mental del artista, tan conmocionado por su amigo, que decidió escribirle una canción con tal de hacerle sentir mejor. Espero que siga cantando y siga creando. Espero que Hugo siga amando y des-amando.

 01/04/2023

Hoy, por error, descubrí que otra mujer estaba menstruando a la par que yo. Me pareció divertido. Siempre suelo pensar en quiénes morirán el mismo día que yo o quiénes nacieron igual que yo pero jamás quién está menstruando conmigo. Es gracioso imaginar estar sentadas lado a lado observando la biometría hemática de los pacientes mientras nosotras perdemos sangre.

 02/03/2022

Estoy leyendo un libro llamado ''Cartas, sueños y otros textos'', que trata de, eh, una recopilación de cartas, sueños y otros textos de Remedios Varo jiji. Siempre me han encantado las obras de Remedios Varo (¿a quién no?) así que conocer esa curioso hábito de escribir cartas a gente que no conocía me pareció muy tierno, como si fuese una niña ''...Es una manifestación de esa búsqueda de la ''magia cotidiana'' —entendida a grandes rasgos como un intento de buscar la poesía y la sorpresa en la vida corriente de todos los días—...'' Me gustan mucho las cartas, honestamente, he escrito un montón y algunas jamás han llegado a manos de quien deberían. Desearía que fuese más común, no tienen que ser cartas necesariamente románticas, las cartas ''broma'' de la pintora surrealista me parecen una idea muy divertida. En algún punto mencionan su preciosa amistad con Leonora Carrington; si son fascinantes por separado, juntas son algo mágico. Se presume la existencia de una novela escrita por ambas pero jamás finalizada, un guión para una obra de teatro que sería imposible de llevar acabo por su contenido obviamente surrealista. A pesar de lo brutal que hubiese sido esa novela, ellas lo tomaban como una forma de divertirse en conjunto. Al inicio de la obra, advierten, ''Esta obra está hecha solamente para divertimento de los actores. El público es mero accidente''. Eso me ha tenido reflexionando de lo maravilloso que es que el ser humano sea un animal social, de lo afortunada que soy por estar rodeada de personas tan maravillosas que decidieron compartir un cachito de su vida aunque sea temporalmente. Yo se que, en general, tiendo a querer mucho a todas las personas, pero amo y admiro profundamente a todos mis amigos. Ojalá todos tengan la oportunidad de amar y ser amados de esta manera, que todas las personas en el mundo tengan un amigo con quien juntarse a escribir una obra teatral surrealista que jamás nadie actuará.